Buenos días,
La semana pasada dejó un balance global de 4,09 millones de casos confirmados de coronavirus y más de 282.000 muertes causadas por el virus. La tendencia generalizada sigue siendo de disminución de infecciones diarias, pero el reporte de nuevos brotes en China, Corea del Sur y el incremento de casos diarios en Alemania, ponen en alerta a los gobiernos en plena fase de desconfinamiento en Europa. Proceso en el que España abrirá este lunes bares y restaurantes, con la restricción de servir fuera, para distintos territorios que comprenden el 51% de la población. Al finalizar la semana, nuestra tasa de fallecimientos diarios por coronavirus fue la menor registrada en los últimos cincuenta días.
Los mercados financieros cerraron una semana alcista para EEUU y Asia, con saldos mixtos en Europa. Fue a pesar del miedo a un nuevo rebrote en junio y del discurso del presidente Donald Trump, el lunes, en el que afirmó que EEUU podría alcanzar los 100.000 fallecimientos por coronavirus. Dobló la previsión que había comunicado en dos semanas anteriores.
En el plano macroeconómico, se conoció el incremento de 3,2 millones de nuevas peticiones de subsidio por desempleo norteamericano en la última semana de abril. Aunque las expectativas eran aún peores, elevan la cifra del mes de abril a 20,5 millones y sitúan el paro al 14,7% (desde el 4,4% de marzo). Canadá e Irlanda también mostraron una coyuntura de debilidad en el empleo, alcanzando tasas de paro del 13% y 28% respectivamente.
También se publicaron los resultados de las encuestas sobre confianza empresarial del IHS Markit. Todos los componentes del PMI Global de Producción cayeron a mínimos históricos excepto el sector de servicios sanitarios, en el que las expectativas repuntaron a niveles no vistos desde septiembre de 2012. En el lado opuesto, el índice de turismo y ocio cayó hasta 10,6. Europa, por su parte, obtuvo índices de un solo dígito en turismo y ocio, transporte y autos (en una escala de 0 a 100, donde 50 indica paridad entre el número de opiniones de empresarios con perspectivas positivas y negativas).
En este contexto de perjuicio de la oferta y la demanda agregada por la crisis del COVID-19, cabe resaltar el buen el comportamiento de las grandes tecnológicas de EEUU. El Nasdaq subió un +6% en la semana, logrando situar su saldo interanual en terreno positivo (+1,66%). El balance semanal del resto de índices norteamericanos también fue marcadamente alcista: S&P500 +3,50%, Dow30 +2,56% y Russel2000 +5,49%.
En Europa, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea apoyó la política de compra de deuda por parte del Banco Central Europeo, con el fin de estabilizar los precios, y deslegitimó la sentencia del martes del Tribunal Constitucional Alemán. Éste había dictaminado extralimitación del BCE en su programa de compra de bonos iniciado en 2015. La respuesta del mercado fue positiva. De hecho, el BCE estudia ampliar su campo de actuación y permitir, como hizo la Reserva Federal de los EEUU el 22 de marzo, la compra de renta fija high yield en su plan de emergencia contra la epidemia. En el mismo sentido, al otro lado del Atlántico, el Congreso de Brasil ratificó una enmienda constitucional que permitirá compras de bonos gubernamentales y corporativos para asegurar la liquidez (en el mercado primario y secundario).
En el cierre semanal europeo, el Eurostoxx50 se dejó un -0,68%. En positivo destacar el Reino Unido (FTSE100 +3%), con el DAX alemán (+0,39%) y el CAC francés (-0,49%) sin grandes variaciones, y en negativo España (Ibex35 -2,01%) e Italia (FTSE MIB -1,42%).
Finalmente, el balance en Asia de una semana bursátil corta por festividad fue positivo para el Shanghai Composite chino (+1,23%) y el Nikkei225 japonés (+2,85%). El domingo, el Banco Central Chino dijo que flexibilizaría más la política monetaria e intensificaría los ajustes para apoyar la economía real.
Un abrazo,
Javier Gazulla
