Estimado amigo,
Es realmente fascinante el comportamiento humano en el cual muchos “inversores“ tienen la sensación de que el “tren ha abandonado la estación” sin ellos. Por favor, no seamos ingenuos. El tren ha abandonado la estación en numerosas ocasiones en los últimos 10 años. Ninguno de estos viajes ha durado mucho debido a que las bolsas no han sido capaces de generar rendimientos positivos en este largo periodo!!!
Os invito a viajar conmigo y reflexionar sobre el estado de las vías. Punto de partida, la estaciónDiverInvest:
- El tren: Las Bolsas. Siguen subiendo debido al efecto inercia generado por las grandes ayudas estatales y tipos de interés bajos.
- La locomotora: Las Economías. Siguen dando muestras de mejoras. Los datos estimados de PIB para el 2010 son positivos en casi todos los países.
- El carbón: Los Tipos de Interés. En la carta del mes anterior dijimos que “sólo podían subir”. En menos de un mes han subido los tipos en Australia, Noruega, Turquía, Egipto y Hungría. Ponte el cinturón que empieza el viaje.
- El maquinista: Las Entidades Bancarias. No se han enterado de nada y siguen a la suya. Sin rumbo, ni estrategia, sin control y metiendo carbón en la máquina intentando no descarrilar.
- El vagón: El de España. Hoy más que nunca cambia de vagón. Reduce este riesgo y diversifica hacia otras economías.
- El revisor: Paga tu billete en Dólares. No existe un patrón que explique la evolución histórica del dólar. No hay que olvidar que todo lo que sube-baja y todo lo que BAJA-…
- Tu equipaje: Los Productos Estructurados. Aunque su composición es simple: un bono + opción, son el baúl sorpresa. Las entidades, otra vez, sólo venden estos productos aunque ni ellos mismo los entienden. Por favor, sino lo entiendes, ¡no lo compres, nadie te obliga! Además, aprovecho para comentar que los bonos están cerca de máximos y la mayoría de estrategia de opciones pagan poco debido a la baja volatilidad.
Pasajeros al tren. Los clientes. Empieza otro viaje, súbete al tren pero asegúrate que estás en el andén correcto!
Un fuerte abrazo,
David Levy