Estimado amigo,
Parece imposible que ganar dinero y hacer el bien puedan ir unidos de la mano. Las inversiones de impacto fueron las primeras en afrontar este galimatías en el cual el inversor busca una rentabilidad económica a la vez que intenta lograr un impacto social y medioambiental. Básicamente es un híbrido entre la inversión que busca principalmente la rentabilidad económica y la filantropía tradicional. El formato más popular de la inversión de impacto son los microcréditos dirigidos a personas en situación desfavorecida. Hace unos años escribimos un paper con IESE sobre la bondad de este tipo de inversión. Haz click en el link por si es de tu interés.
Hoy, me quiero centrar en un concepto que también está cogiendo fuerza y más desde que la ONU estableció los Principios de Inversión Responsable (ISR) o ESG (Environmental, Social and Governance).
La inversión socialmente responsable es aquella en la que los gestores invierten en empresas que buscan beneficiar al conjunto de la sociedad y que el rendimiento llegue mirando al largo plazo. Son empresas que incluyen en su ADN políticas en el campo del medio ambiente, el impacto sobre la sociedad y el buen gobierno. Se dice que las compañías que cumplen los principios de ISR tienen un modelo productivo más positivo y están menos expuestas al riesgo.
La gran mayoría de bancos y gestoras se han lanzado a ofrecer productos con sesgo ISR. Sinceramente tengo que reconocer que cuando inviertes en uno de estos productos tienes la sensación de estar haciendo algo bueno por la sociedad, además de ganar dinero. El mundo de las finanzas también se quiere apuntar a la mejora del planeta.
Me gustaría destacar que la directiva sobre mercados de instrumentos financieros (MIFID) quiere aplicar el compromiso con respecto a la sostenibilidad del planeta surgido de los acuerdos de Paris, y lo hará incluyendo en el test de idoneidad, que deben firmar los clientes al contratar los servicios de asesoramiento, una pregunta sobre la preferencia del cliente en invertir en fondos con criterios socialmente responsables.
Creo que el impacto de este tipo de inversiones en la sociedad es muy positivo. Todo lo que sea sumar adeptos a mejorar la situación actual del planeta será bien recibido por parte de los inversores. Ahora habrá que ver si la ISR es una moda o realmente ha venido para quedarse.
Un abrazo fuerte,
David Levy